09:00: Suena el despertador, decido robarle unos minutos más al día y seguir durmiendo.
09:10: Otro pitido: está vez el whatapp, algún día lo pondré en silencio por las noches; mi amiga de toda la vida avisa desde el pueblo, que por favor no salga a la calle que se va a liar hoy (mi no entender).
09:20: Aún con los ojos hinchados, pero tras la ducha y el café empiezo a ser humana; salimos a la calle mi bicicleta y yo. Destino: Jorge Juan, nº 8.
09:25: Parece que hay más gente de lo normal por Lavapíes, uy, uy...
09:30: Voy camino de Neptuno despues de mi paseo por Huertas, saludando a la panadera y farmaceutica como todos los días cual Amelie y pensando pero mira que es bonita Madrid.
09:35: !Sorpresa! Tráfico cortado en el Paseo de Recoletos, mucho viandante y sobretodo mucha bicicleta en las calles. Me gusta.
09:40: Empiezo a ver pancartas varias y me doy cuenta de que hoy estamos de huelga general en España.
Sin empezar a hablar de política que según mi abuela es de mala educación, y sin entrar en debate huelga SI, huelga NO, que España necesita por desgracia algo más que una huelga, unos buenos gobernantes y una buena conciencia social, cultural y responsable para afrontar "la que está cayendo".
Bueno, bueno, focalizemos mi objetivo hoy es comentar que esta mañana el Paseo de Recoletos se acercaba sigilosamente a lo que podría ser una ciudad sostenible, nada de ruidos, pitidos y todoterrenos con un unico señor o señora al volante, sino una gran avenida donde la paseantes lo mismo se manifestaban pacificamente como se dirigían a su puesto de trabajo.
Hoy he visto más bicicletas que nunca en Madrid, quizás porque muchas calles estaban cortadas, quizás por el miedo a no llegar en tiempo al destino previsto, quizás porque hacia un día de otoño maravilloso y realmente ir en bicicleta aparte de no contaminar,"mola".
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